La heladería llegó a mi vida por suerte y por casualidad...
En el 2012 viajé a Australia junto con mi esposo Bruno, a estudiar una maestría. Al finalizarla, me costó mucho encontrar trabajo, así que empecé a preparar postres para recursearme.
Comencé vendiéndolos a algunas tiendas y más adelante me hice de un puesto en el mercado de productores.
Fue precisamente ahí que me inspiré para dar rienda suelta al recetario peruano, esos que nos caracterizan por lo que somos los peruanos. El alfajor y el arroz con leche comenzaron a formar parte de mi repertorio. ‘Venimos por las galletitas rellenas’, me decían mis clientes regulares.
Pasó el tiempo, y fue así que llegué trabajar en una famosa heladería australiana (Messina) en el área de ‘adiciones’. Es decir, todo lo que se añade a los helados.
Inspirada por mi experiencia en Messina, tomé dos decisiones que serían cruciales para mi destino: la primera, volver al Perú; la segunda, tomar un curso en Italia para especializarme en la elaboración de Gelatos. Mi pasión!
...y es así como llegué a la Universidad Carpigiani de Boloña (una institución en heladería) y más adelante realicé mis prácticas en la ciudad francesa de Lyon.
Ahora, ya tenía lo necesario para empezar a darle vida a mi pasión, para empezar una marca propia, y es así, como a mi regreso a Lima nace Alore.
Lorena Llosa